Lo hermanos Kouchi quieren vengar a los
niños palestinos e irakíes asesinados en las guerra de Oriente medio,
dicen. Para ello no disparan contra el Tzahal ni contra el Pentágono,
sino contra un grupo de dibujantes cómicos armados de lapiceros,
sacapuntas y gomas de borrar.
La ciudadanía occidental queda
traumatizada por el odioso atentado y para demostar su dolor proclama a
todos los vientos que "todos somos charlie". Casi al mismo tiempo, miles
de personas son asesinadas en Nigeria,
Siria, Afganistán y otros lugares del mundo, pero eso a nadie le
importa, porque sólo somos Charlie.
Graves mandatarios occidentales, participantes activos en guerras que
han producido miles de víctimas inocentes, promotores de asesinatos
ilegales mediantes drones y otros artilugios tecnicos, responsables en
buena medida de la desigualdad, el hambre y la catastrofe ecológica que
asolan el mundo, se manifiestan contra el atentado de París porque ellos
defiende la democracia y la libertad de expresión y detestan el
terrorismo, dicen.
Algunas personas de la izquierda rara afirman que Charlie Hebdon ejercía la islamofobia y el racismo y que los árabes sufren mucho y están oprimidos. Olvidan en su análisis que hay muchos árabes que ejercen la opresión y el racismo, son sólidos aliados de occidente, financian grupos armados para defender sus intereses y mantienen en sus estados terribles dictaduras teocráticas. Por lo leído en estos análisis, cabe deducir que los caricaturistas de Charlie se la buscaron. También cabe deducir que la simplificación y la tergiversación no nos enseñan nada, salvo el redoble estéril de nuestros prejuicios.
En muchos lugares de Europa crece, al tiempo, y ahora sí, la islamofobia, obviando que la mayoría de nuestros vecinos árabes son buenas y amables personas, que trabajan mucho, suelen ganar menos que los demás y poseen elementos culturales muy positivos. En esta ceremonia de la confusión, que nos asola y nos estupidifica, espero que no sean ellos los cabeza de turco. Que no lo sea nadie.
Algunas personas de la izquierda rara afirman que Charlie Hebdon ejercía la islamofobia y el racismo y que los árabes sufren mucho y están oprimidos. Olvidan en su análisis que hay muchos árabes que ejercen la opresión y el racismo, son sólidos aliados de occidente, financian grupos armados para defender sus intereses y mantienen en sus estados terribles dictaduras teocráticas. Por lo leído en estos análisis, cabe deducir que los caricaturistas de Charlie se la buscaron. También cabe deducir que la simplificación y la tergiversación no nos enseñan nada, salvo el redoble estéril de nuestros prejuicios.
En muchos lugares de Europa crece, al tiempo, y ahora sí, la islamofobia, obviando que la mayoría de nuestros vecinos árabes son buenas y amables personas, que trabajan mucho, suelen ganar menos que los demás y poseen elementos culturales muy positivos. En esta ceremonia de la confusión, que nos asola y nos estupidifica, espero que no sean ellos los cabeza de turco. Que no lo sea nadie.